17/5/15

En tus sabanas


Y sigo durmiendo en tus sabanas, aquellas en las que dormimos el último día.

Todavía creo que no te fuiste, porque tu olor, tu sudor, siguen aquí, en tus sabanas, mis sabanas, nuestra cama.

Todavía no sé por qué te fuiste, sin decir nada, dejando nuestros sueños a medias.

Todavía duermo en nuestra cama con las sabanas, aquellas en las que dormimos juntos aquel día.

Y abrazo tu cojín, como si fueses tú, porque no quiero que te vayas, que no te vayas nunca, pero lo has hecho, sin decir nada.

Y respiro profundamente queriendo que cada partícula de tu olor entre en mi corazón, que te necesita.

Abrazo tu cojín, porque es tuyo, como yo tuya lo seré siempre.

Y no quiero que marches nunca más, me haces daño.

No quiero llegar a casa y solo encontrar recuerdos, porque ya no estas, y cada día te respiro por si vuelves, o al menos, para sentir que todavía estas aquí.

Pero sé que un día se desgastará este aire, y con él, todo tu olor que tanto me hace falta, este olor que me acerca a ti, porque no quiero que marches.

Algún día tus sábanas solo tendrán mi olor, tu cojín será  mío, y tú te irás para siempre.

No hay comentarios: