24/5/15

El Mar


El horizonte a lo lejos está solo, pero en un momento la bola de fuego nace tiñendo el mar con una fina línea naranja, esa línea en realidad es un camino que nos lleva hasta donde el silencio se respira y el salitre se pega a la piel salándonos y así formar parte de él, aquí el sol no quema y las gaviotas vuelan raso cerca nuestra pudiendo así, sentir su aleteo libre que vuela sobre ese mar de azules fríos y verdes algas. En su infinito fondo se encuentran tesoros a salvo de piratas, los llamados tesoros alma, viven allí entre corales preciosos y ciudades mágicas de infranqueables fronteras. Los peces, guardianes de armadura plata y lanza de espina, las algas mantas de seda viva, arropan del frío las profundidades, estrellas de mar iluminan calles del negro océano.

Arriba, en la superficie, el sol a teñido de oro y brillantes, las olas rompen rocas, y en la orilla mis poros se erizan como un gato asustado cuando el frío del agua otoñal acaricia mis pies. Sentada en una roca habitada por lapas que comen minerales y sal, escucho sus gritos al ser golpeadas por las olas, lapas huérfanas del mar, hijas de la roca.
La espuma recorre mis dedos oxigenando recuerdos entre burbujas de sal, y camino por la orilla dejando huellas tras de mí, que son recuerdos cada vez que el mar las toca y las hace suyas.

Entonces me escribo la palabra “besos” en mis pies y así cuando el mar los acaricie se los llevará con él, mis besos, al fondo de mar donde los tesoros alma los recibirán con alegría, para ellos, miles de besos que llegan desde la tierra seca.

Besos, muchos besos, millones de besos, infinitos besos inundaran el mar. Besos de amor y ternura, besos de lucha y aceptación, las algas los abrazaran de verde esmeralda, y los guardianes peces reflejaran con sus armaduras plata mas besos, luz de recuerdos y abrazos, los tesoros alma que allí duermen quedaran impregnados de amor, en su infinito mar, en el fondo de la mar salada.

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